A NEW CROSS SE TOMA COLOMBIAMODA: LA MODA COMO CATALIZADOR SOCIAL

Todas las fotografías utilizadas en este artículo son cortesía de Inexmoda.

¿Puede la moda contar solamente historias de brillo y glamour, o es posible hacer memoria de los procesos de los pueblos a través de la ropa que usamos? ¿Hay espacio en la industria de la moda para hablar de temas más allá de lo estrictamente material?

En la pasarela inaugural de Colombiamoda 2024, ejecutada de manera magistral por la marca bogotana A NEW CROSS con su nueva colección titulada “Proceso”, se pudo ver un uso y una resignificación de la moda que trascendió la mera parte estética de la misma. La firma, cuya dirección creativa está a cargo del diseñador y artista multidisciplinar Nicolás Rivero, tuvo su primer desfile en 2 años con este evento. A NEW CROSS se caracteriza por ser sumamente intencional en todo lo que hace: la utilización de telas artesanales colombianas junto con la obra de mano de sastres locales de una gran experiencia, diseños deconstruidos, y un universo estético sin géneros. A NEW CROSS no hace ropa para mujer o ropa para hombre: crea prendas para personas que buscan moda con significado y que entienden el valor del arte manual digno para quien lo crea y quien lo usa.

La pasarela de “Proceso” tuvo lugar la noche del 22 de julio de 2024 en la antigua fábrica de Coltabaco. El ambiente industrial del sitio hizo un conjunto perfecto con la banda sonora del desfile, una mezcla de sonidos contundentes y distópicos que evocaban la tensión de la situación mundial contemporánea, y la iluminación blanca intermitente. Los modelos, tan diversos como Colombia misma, caminaron luciendo las piezas que la marca ha creado en los últimos dos años: pantalones oversized, blusas en corte atípicos con mangas, sin mangas, o con una sola manga, ruanas hasta la rodilla, abrigos elaborados con cortes de telas que simulaban una cuadrícula, todos acompañados con sencillos mocasines de cuero negro. La paleta de colores de esta colección fue, en su mayor parte, de negro y crudo, con algunas pinceladas en terracota y rojo vivo.

Aunque, a primera vista, algunos pudieran considerar que esta colección fue sencilla y minimalista, la atención al detalle y la exquisita calidad de los acabados en las prendas indica un alto nivel de complejidad en la propuesta de A NEW CROSS. Muchas de las prendas incluyeron bordados que semejaban las artesanías colombianas hechas en fique, junto con  aplicaciones de tela en los mismos tonos de base de las prendas. Esto no se trataba de ropa por el simple hecho de la ropa, sino de arte móvil e intencional, que reflejó las cicatrices de una sociedad saliendo adelante, en contra de todos los pronósticos y a pesar de sí misma.

El momento cumbre del desfile fue la típica salida de todos los modelos a la vez, pero, como todo lo que esta marca hace, TiVo un componente diferenciador: recorrieron la pasarela en zigzag a toda velocidad y se detuvieron repentinamente, en simultáneo con la música que cambió de la descarga industrial al suave sonido de la lluvia cayendo. Un símil de la calma después del caos.

Reconociendo y dignificando la labor de los artesanos involucrados en la producción de esta firma, Nicolás Rivero trajo a sus sastres a que recibieran la ovación del público junto a él al final del desfile. Este gesto de agradecimiento a todas las manos que trabajan en la elaboración de las prendas fue un excelente broche de oro para el evento de una marca que se ha caracterizado por la sostenibilidad y la reivindicación de lo manual.

Un concepto como el de A NEW CROSS, junto con la producción de la pasarela anterior, no entra en la norma de lo que generalmente se produce en la industria de la moda colombiana. Es precisamente por ello que este tipo de propuestas deben ser más apoyadas y difundidas: la diferencia y la diversidad es nuestra fortaleza como país.